No debe usar Dexametasona si es alérgico a la Dexametasona o a cualquiera de los demás excipientes de este medicamento. En casos aislados, se han observado reacciones de hipersensibilidad severas (reacciones anafilácticas) con insuficiencia circulatoria, paro cardíaco, arritmias cardíacas, dificultad respiratoria (broncoespasmo) y/o disminución de la presión arterial o aumento de la presión arterial con Dexametasona. La inyección en las articulaciones no debe realizarse a: o infecciones dentro o en las inmediaciones de la articulación a tratar. Artritis bacteriana Inestabilidad de la articulación a tratar. Tendencia hemorrágica (espontánea o por anticoagulantes). Calcificaciones de articulaciones Una cierta forma de pérdida ósea (necrosis ósea) Desgarro del tendón Una cierta inflamación articular (articulación de Charcot). La infiltración (inyección en el tejido) sin tratamiento causal adicional no debe realizarse en caso de infecciones en el área de aplicación.
Si hay situaciones especiales de estrés físico (accidente, cirugía, parto, etc.) durante el tratamiento con Dexametasona, puede ser necesario un aumento temporal de la dosis. Dexametasona puede enmascarar los signos de infección, lo que dificulta la detección de una infección existente o en desarrollo. El tratamiento con Dexametasona solo debe iniciarse para las siguientes afecciones si su médico lo considera esencial. Si es necesario, al mismo tiempo, se deben tomar medicamentos dirigidos contra los patógenos: o Infecciones virales agudas (varicela, herpes, infecciones por herpes simple, inflamación de la córnea debido al virus del herpes). Hepatitis activa crónica HBsAg-positiva (hepatitis infecciosa). aproximadamente 8 semanas antes y 2 semanas después de la vacunación con un patógeno atenuado (vacuna viva). Infecciones bacterianas agudas y crónicas. Enfermedades fúngicas con afectación de órganos internos. Ciertas enfermedades causadas por parásitos (amebas, infecciones por gusanos). Leer inserto.